domingo, 21 de agosto de 2011

NOVENA A MARIA STMA DE SETEFILLA



Desde el, 30 de agosto y hasta el 7 de septiembre tendrá lugar la Solemne Novena que se celebra en honor a María Santísima de Setefilla por parte de la Hermandad Mayor de Ntra. Sra. de Setefilla. Dará comienzo a las 8 de la tarde, predicando las glorias de nuestra venerada y excelsa Patrona el Rvdo. Sr. D. Francisco de los Reyes Rodríguez López (Vicario Parroquial de la Parroquia que San Lorenzo). Orden de los cultos: rezo del Santo Rosario, Novena, Himno, Santa Misa con homilía y Salve.Además de este culto tendrá lugar cada día, a las 7 de la mañana Misa rezada, con novena; y también novena para niños cada día a las 6 de la tarde. El día 7 de septiembre, al finalizar la novena de por la tarde, imposición de medallas a los nuevos hermanos. Todo en la Parroquia de la Asunción de Lora del Río.


El día 7 misa de enfermos e impedidos en el Santuario de Ntra Sra de Setefilla a las 17:30 horas de la tarde.


El día 8 de septiembre, Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen, se celebrará en el Santuario de Nuestra Patrona, a las 11 de la mañana, con procesión de la Santa Imagen por el sitio de costumbre (esto es, alrededor del Santuario, siendo su entrada de nuevo en el Santuario alrededor de las 12 de la mañana). A continuación, Función Principal concelebrada corriendo a cargo del orador antes indicado, acompañado por los Párrocos y Sacerdotes hijos de Lora. Al término de la misma, quedará expuesta la Santísima Virgen en devoto besamanos, como ordenan las reglas de la Hermandad.


La parte musical de los cultos principales correrá a cargo del Coro Ntra Sra de Setefilla.


¡VIVA MARIA SANTISIMA! ¡VIVA LA SERRANITA HERMOSA! ¡VIVA EL LUCERITO DE LA SIERRRA! ¡VIVA SETEFILLA CORONADA! ¡VIVA EL ORGULLO DE LORA!



viernes, 19 de agosto de 2011

BREVE HISTORIA DE LA VIRGEN DE SETEFILLA






La devoción a Nuestra Señora de la Encarnación, venerada en la que fue Iglesia Prioral de Nuestra Señora Santa María de Setefilla, tiene sus orígenes en la Edad Media, a raíz de la labor colonizadora, llevada a cabo por la Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén, en la región que los castellanos llamaron Septefilas o Sietefilas, donada por el rey Fernando III al Priorato castellano-leonés de dicha Orden poco antes de "mediar el siglo XIII.Este territorio, convertido en una bailía por los caballeros hospitalarios de San Juan, incluía en su alfoz siete plazas o fortalezas, sujetas a la autoridad de un Comendador o Bailío: las villas de Setefilla y Lora con sus castillos, y los castros o lugares de Almenara, Peñaflor, Malapiel, Algarín y Alcolea.


Aunque Lora era cabeza o capital de todas ellas y sede del Concejo Municipal, destacábase la que había sido fortaleza árabe de Shadfilah o Shant-Fila, enclavada en el poblado de Setefilla, a dos leguas de Lora, ya que su excelente situación permitía controlar la ruta entre Córdoba y Sevilla, además de un amplio sector del valle del Guadalquivir. Esta circunstancia determinó que la bailía, o sea, la circunscripción entera, llevara en principio el nombre de este lugar , una vez sustituido el topónimo árabe por el latino Septefilas o el castellano Sietefilas (Setefilla), de clara alusión a las siete sedes o villas del señorío sanjuanista.El poblado, regido por el Concejo establecido en Lora, llegó incluso a celebrar feria o mercado anual, pero nunca debió ser grande, reduciéndose a un pequeño caserío ya una iglesia, la de Nuestra Señora Santa María, erigida por la Orden de San Juan en la segunda mitad del siglo XIII, a cuyo frente estaba, nombrado por su Priorato, un Cura-Prior o "freyre" de la misma.

Todo esto tuvo, en realidad, poca trascendencia, pues el lugar , de suelo pobre y dificultoso aprovisionamiento de agua, estaba llamado a despoblarse.Lo decisivo para la historia de Setefilla fue que su iglesia se dedicara a Nuestra Señora bajo la advocación del misterio de la Encarnación, y que para presidir el templo se hiciera esculpir en madera una Imagen gótica de la Virgen con el Niño de setenta y un centímetros de altura.



Mater Admirabilis, sentada sobre un castillete, con el Niño Jesús en su regazo en ademán de mostrarlo al pueblo, tenía la Virgen calzado negro y puntiagudo, cabellos dorados, ellilanto pintado de azul salpicado de estrellas y guardilla de oro, y túnica grana, traje típico de las galileas.Pronto, la devoción hacia esta Imagen dulce de Nuestra Señora, prendió no sólo en la aldea, sino también en todos los lugares de la bailía, alcanzando fama de ser eficaz instrumento de gracias sobrenaturales, los amores y el consuelo de la región de Setefilla en todas sus aflicciones.Se convirtió así la aldea en el principal centro religioso del señorío, ya su iglesia acudían los vecinos de la comarca y del bailiato en las fiestas litúrgicas principales, pero especialmente el 25 de marzo de cada año, día de la Encarnación del Señor y Anunciación de la Virgen, en cumplimiento de un voto o promesa que el Concejo de Lora, como cabeza rectora de la bailía, había hecho.




































jueves, 18 de agosto de 2011